07 octubre 2005

El Sol que está naciendo...

No pienses que esta vez será fácil. Los ojos que una vez vieron el alba pero lloraron luego su más triste ocaso, no se sorprenden ante los rayos de Sol de la nueva mañana. Es fácil creer en el día que nace y brillar los sueños ante la magia de lo que comienza. Pero iluso sería pensar, o mejor dicho no pensar, en que lo más próximo y seguro, lo que en realidad sé y la única verdad que existe, si acaso existe verdad alguna en esta tierra, es que este Sol que está naciendo no tardará en morir del otro lado del horizonte. Y con la misma rapidez que iluminó mi rostro y regaló el mas profundo celeste, que formó el vientre que concebiría mis más propios sueños y abrió mis ojos ante la eternidad inimaginable del porvenir, me dejará a oscuras y cubrirá con una manta negra mi cielo, cavará la tumba de mis sueños en el funeral más intrascendente (el de lo que nunca tuvo vida) y el futuro no será más que una amenazante cuenta regresiva, cuando cayendo en picada se oculte tras las montañas que esconden su débil existencia.
No será fácil esta vez, dejarme engañar. A pesar de esta cálida mañana, mis huesos ya sienten el frío de la noche. Ya ni con palabras podrás perfumarte para generar falsas expectativas en mi. De a poco me iré dando cuenta que esa luz que emana de tu cuerpo no es más que una imaginería mía, una creación ilegítima del tirano amor que muchas veces me entregó a las sangrientas garras de la idolatría. Y no sería una mentira para escudarme el decirte que he visto mucho, y mis ojos ya sólo quieren descansar de tanta falsedad. Estoy resignado como verás, y ya no hay nada que pueda hacerme cambiar de pensar... A menos que te acerques y sin decir nada me robes un beso y te vayas corriendo, desplegando tu risa por el espeso aire que nos cubre, desparramando tu amor por mi cuerpo y dejándome con la certeza de que mi corazón no fue vendido en una feria a unas manos frías que no valoran más que unos billetes... Y sólo así creeré que el Sol que está naciendo no se ha de poner nunca...

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