10 septiembre 2005

Una hoja de otoño

Y volvió a levantarse como todas las mañanas, sin pregutarse por qué seguía caminando. Simplemente una ojeada a su alrededor comprobaría que nada había cambiado. Quienes seguían eran los mismos, y sus rostros reflejaban la pálida naciente luz de aquel amanecer. Ese amanecer igual a los anteriores y a los próximos.
El horizonte, tan lejano como siempre, se perdía en la espesura de la niebla matinal que se iba disipando entrando el día. El cielo, profundo mar de misterios que descansaba sobre sus cabezas, se mostraba intenso y calmo. Jamás nadie imaginó qué podría haber detrás de él, o se preguntó siquiera qué era. A los costados el más verde nacía entre las piedras, buscando siempre un rayo de Sol a dónde apuntar. Y ante sus pies la ruta de sus días, gastada de tanto pisar, de tanto tránsito impropio y ajeno.
Él no la vio, como así tampoco todos los que estaban allí. Pero como una amapola en medio del desierto, un copo de nieve brotando del fuego o una brisa de octubre acariciando la luna, ella se encontraba entre medio de esa gente. Cayendo del cielo suavemente, su existencia inexplicable convertía en caótico el paisaje antes armónico. No tenía razón de ser, no tenía razón de estar... pero sin embargo estaba. Una hoja del más triste otoño. Y allí no había un solo árbol, ni se sabía siquiera de ellos. Y prontamente esa hoja fue acompañada de otra hoja. Y otra más. Y otra... y otra. Poco a poco fueron cubriendo la verde extensión de los alrededores, pero nadie se percataba de ello. Y así llegó a haber una hoja por cada uno de los que estaban caminando.
Sin darse cuenta, sin nunca haberse preguntado por qué, la vejez había llegado a sus pies. El tiempo había pasado, y él, ¿él qué había hecho?... Había caminado sin preguntarse por qué, sin preguntarse a dónde. Ahora el invierno se mostraba cercano, y él, ¿él que podría hacer?... Sólo tendría tiempo para abrigarse y seguir, seguir caminando...

¿Hasta dónde?, ¿Hasta donde seguirá caminando?... Muchas veces nos pasa que la vida justamente se nos "pasa". Y sí el tiempo es tirano. Ojalá nunca caer en la mediocridad de seguir vivo sin una razón, porque creo que la vida es más que simplemente caminar y "abrigarse", porque creo que la vida esta para vivirla y ser protagonista y no dejar que se nos pase "sin vivirla".

3 comentarios:

Anónimo dijo...

The Power of the Internet "Movement" News
Recently, the power of the Internet-based "Movement" news outlets is making it difficult for ... Blogs like Off The Kuff.
If you are looking to lose weight fast get some tips from my how to lose weight related site. It should help you out a lot

Anónimo dijo...

Concuerdo en que una persona no puede vivir sin una razon, sin un sentido. Cada uno tienen el propio, pero aveces vemos que eso que queremos y que lo sentimos parte de nosotros no esta a nuestro alcanze y es en ese momento cuando tenemos que saber que el tiempo es lo mas importante que pudo haber pasado, dejar pasar el tiempo para continuar el camino con una mejor predisposicion. Tengo fe en que ese dia llegara cuando sea necesario.

Lucía dijo...

poetasendemocracia.blogspot.com