24 marzo 2006

(aÑoS) 30 (MiL)

Cuando se nubla y comienzan a escucharse los primeros truenos, lo mejor es irse uno a su casa y salvarse de lo inoportuno que es encontrarse mojado. Entoces uno se acomoda a la espera (inaguantable) de no poder manejar el tiempo y tener que subordinarse, pues, a los caprichos del mismo. Pero dentro, se cierran las ventanas, se bajan las persianas, se echa llave a la puerta y en absoluta comodidad despierta la ficción individual. Se olvida al no ver, al no escuchar, al no sentirse mojado, que afuera está lloviendo y lloviendo fuerte.
Si hoy se recuerda el 24 de Marzo de 1976 como el inicio del período más oscuro de la historia nacional, no es sólo por la tormenta que ennegreció el cielo, también lo es por las persianas que se bajaron (crujiendo-Por-algo-será), que no permitieron ver pero dejaron ser a la mayor de las injusticias.
Lenguas muertas de miedo, lenguas bífidas, lenguas que hablaban otra cosa pero no hablaban nada. Leguas atadas, lenguas atrapadas, leguas ahogadas y sangre en el río. Lenguas que no fueron, lenguas que podrían haber sido y no son. Lenguas que no conocen su historia, lenguas que no etienden el presente. Lenguas...
Treinta años que no cicatrizan porque tropiezan con la misma piedra. Hoy nuestra mirada no tiene que cargar consigo la reivindicación de un bando sobre el otro, no tiene que estar nublada como el día nefasto de divisiones y facciones. No hay vencedores ni los habrá, porque todos fuimos vencidos cuando comenzó a llover. Repudiar los crímenes y juzgar a los criminales, pero nunca hacer de eso un acto de venganza, sino un acto de justicia, debe ser un reclamo de todos, una lucha de todos. Asumir las responsabilidades como ciudadanos, como civiles, como sociedad, es el primer paso del sendero a una verdadera democracia (verde, que necesita madurar bastante en la Argentina del bicentenario), porque responsabilidad significa también asumir los errores cometidos, y asumir los propios errores, reconocerlos, es el inicio de cualquier aprendizaje. La complicidad (irresponsable) de la comodidad de quedarse en casa, en lugar de mojarse en la tormenta y esperar desentendido e indiferente a que todo pase, fue el fertilizante que hizo posible que las malezas crezcan en nuestro suelo, que promovió ese golpe cívico-militar (asumamos nuestra participación desde la inacción), que hoy lo sentimos fuerte y lo lamentamos en la creciete descreencia de las instituciones y el desprestigio de la clase política. El silencio, el maldito silencio nos condenó. Y hoy estamos perdidos en el caos del ruido...
Es una oportunidad la que se nos presenta hoy, de sentar cabeza y actuar. Porque el silencio y la inacción que hace 30 años nos cobraron más de 30 mil vidas, la cultura y el trabajo son los que hoy nos cobraron Cromagnon y generaciones enteras buscando un gramo de vida en la basura. Si queremos enteder por qué, para alguna vez alcanzar el nunca más, tenemos que mirar detro nuestro. Tal vez es mejor mojarse en la tormenta que terminar haciendolo con nuestras lágrimas y sagre...


"Por eso, por un momento pensé que al justo reclamo de madres y abuelas pidiendo aparición con vida para los desaparecidos, deberíamos agregar:
- Aparición con vida a tantas fábricas cerradas por una política de entrega.- Aparición con vida para millones de puestos de trabajo.
- Aparición con vida a la cultura nacional.
- Aparición con vida a la palabra nacionalismo sin que connote con fascismo.
- Aparición con vida al orgullo de ser argentino.
- Aparición con vida a todos los argentinos que se fueron al exterior por falta de trabajo y esperanza.
- Aparición con vida a los jóvenes que desertaron de la vida política y la militancia por descreer de ella.
- E, incluso, aparición con vida a unas Fuerzas Armadas poderosas e invensibles en su exclusiva tarea de defender a sus compatriotas, si distinción de ideologías."

Jorge Guinzburg

3 comentarios:

Gabriel Medina dijo...

Quiero decirte tincho que te felicito por como vez los 30 años del proceso de reoganizacion nacional inpuesto en la argentina. Aunque me gustaria corregirte una sola cosa y que tambien es necesario recordar, es la muerte de los militares a causa del desorden que se produjo en la argentina. Es cierto que no hubo vencedores, ni ganadores, todos perdimos, y no puedo creer que aviendo pasado 30 años de eso, alla personas que todavia se sigan creyendo libertadores de la libertad y piensen que sus ideales estan bien cuando nisiquiera supieron como fue y no lo vivieron, y lo hablo por conocidos mios que tienen una idra fija, un ideal erroneo que los puede llevar a ningun lugar. Eso es todo.

Unknown dijo...

es parte del ser nacional que hay que cambiar, el no valorar lo suficiente la democracia y las instituciones. tanto en los bandos de esa guerra fantastica como entre la poblacion civil inoperante, ese fue el error. Nada ni nadie tiene derecho a corromper el estado de derecho , porque la justicia y la democracia , son de todos.

Fabro Tranchida dijo...

Sos muy Capo nene.
Sos groso.

"Lenguas muertas de miedo, lenguas bífidas, lenguas que hablaban otra cosa pero no hablaban nada. Leguas atadas, lenguas atrapadas, leguas ahogadas y sangre en el río. Lenguas que no fueron, lenguas que podrían haber sido y no son. Lenguas que no conocen su historia, lenguas que no etienden el presente. Lenguas..."

... sos groso Tincho.
Jaja, enserio.

¡Te amo!
¡Gracias!


Fabri.