16 julio 2006

Con el televisor encendido.

Ey ey ey!!! mañana, si si mañana... cumple este blog un año... feliz cumpleaños a mi blog... emmm podria decir unas cuantas cosas al respecto, pero cursilerias aparte, mi blog sabe lo que lo quiero, y no necesito expresarselo acá... un año loco, cuantas cosas... buen, como regalo te dejo esto ultimo que escribí... se que te tuve re abandonado, pero buen, sabrás entender no?...

Con el televisor encendido

¿Cómo te recuerdo?... en la cama.
En la cama sí, medio acostada, medio desnuda. Siempre con el televisor encendido. Porque es verdad, siempre estabas mirando televisión. A veces ni te dabas cuenta, pero podía pasar un día entero.
Acostada y mirándome.
Un día entero y si no te decía ni sabías. No se qué era lo que buscabas.
Encendiendo un pucho, acostada y mirándome.
Pero a vos qué más te daba. Cuando entraba por la cocina... sí, por la cocina, nunca me diste las llaves del living, con esa puerta que nunca abrías, por si venían visitas... la pava en la misma hornalla (sé que no tomabas mate), la taza de café en la pileta y el mantel puesto con seis platos, uno por cada día, porque los días en que yo venía no comías.
Mirándome entre las sábanas.
Nunca entendí esa dieta o de dónde la sacaste. Tampoco me lo dijiste, no me explicabas lo que hacías. ¿O era porque sólo tenías seis sillas?... Entonces era cosa de gritarte. Llegué. Vení. Esperá que te ordeno un poco esta cocina.
Apagando el televisor, enredada entre las sábanas.
Pero como no comprabas detergente no podía limpiarte bien las cosas. Dejá todo en remojo y vení. Ya habías apagado el televisor. Entonces cruzaba la cocina y pasaba al living... viviendo... nunca te gustó que diga living. Entonces cruzaba la cocina y pasaba al viviendo, con la luz apagada y la persiana baja.
Desnudándote en la cama.
Era cosa de manotear el interruptor para ver algo, subir la persiana y apagar la luz. ¡Qué día hermoso!. Todos nuestros domingos eran hermosos. Y corría la cortina sólo para darle un toque. A vos te gustaba el efecto de la cortina en el viviendo.
Completamente desnuda y mirándome.
Ya podía ir a tu habitación. Sé que contabas mis pasos y calculabas por dónde estaba. Por eso cuando daba un paso para atrás, queriendo engañarte, tosías suavemente. Tan sutil que eras.
Besándome.
A medida que me acercaba sentía latirte el corazón, cada vez más, más fuerte. Podía sentirlo como sentías el mío. Ahí apagabas el pucho. ¿Notaste que latían coordinados?.
Amándome.
Entonces tu cama era un revuelo y nosotros un tornado. Las sábanas eran ríos que nos surcaban, se secaban, se perdían como cascadas al borde del colchón y todo esto me deja exhausto. Jugando con mi mano en tu ombligo, mis dedos bailan, mis dedos bail, mis deds... ¿Volviste a prender el televisor?... Me quedé dormido... Un beso y me voy. En la puerta de tu habitación me doy vuelta y te miro, así quiero recordarte, en la cama sí, medio acostada, medio desnuda, siempre con el televisor encendido.

3 comentarios:

Gabriel Medina dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Maxi dijo...

Muy bue nooo (Como estelita de TVR)

realmente

Te quiero mucho
Nos vemos
maxi

Unknown dijo...

muy bueno de verdad, ya lo habia leido pero muy copado de cualqueir forma

un abrazo y bienvenido de nuevo a la blogosfera!!